sábado, 17 de diciembre de 2011

LIDERAZGO POLÍTICO

LIDERAZGO POLÍTICO
Cuando una persona tiene la capacidad de movilizar o inspirar a la gente para que alcance ciertos objetivos de manera satisfactoria para el grupo de personas al que representa, se puede decir que tiene liderazgo político.
Sin embargo, los hechos políticos que han ocurrido en los últimos 20 años en Centroamérica, nos han heredado una cultura política caudillista; es decir que estamos acostumbrados a tener en nuestras organizaciones un jefe supremo, un jefe que controla toda la organización. Por eso, muchas veces se confunde el caudillismo con el liderazgo político, lo que ha hecho que la población elija gobiernos de estilo autoritario y militar, lo que también ha afectado el proceso democrático se desarrolla en América.
De allí la importancia de construir un nuevo liderazgo político, con una nueva idea de lo que debe ser un líder político, reconstruyendo los conceptos y definiciones que la gente tiene de los líderes políticos. Pero es importante construir ese nuevo liderazgo desde la práctica diaria, dentro de nuestra organización política.
Esto quiere decir, hacer nuestra propia explicación de liderazgo político, pero poniéndonos nosotros mismos como ejemplo, siendo nosotros mismos el motor que haga el cambio de pensamiento, lo que a su vez generará ese nuevo liderazgo político que nuestra organización y nuestro país necesita.
En la nueva época que estamos viviendo, se marca la falta de liderazgo político, por eso es importante pensar en un relevo generacional, es decir, que nuevos líderes tomen las riendas de los partidos políticos, pero con nuevas ideas, nuevos conceptos; nuevas formas de hacer política, que nos ayude a conseguir el bienestar de la población. Si logramos éstas metas, estaremos construyendo un nuevo liderazgo político.
ALGUNAS CARACTERÍSTICAS QUE DEBE REUNIR EL LIDERAZGO POLÍTICO
Este tipo de liderazgo, para ser efectivo, debe cumplir con varias características, las cuales son obligatorias, es decir, si no cumplen, nadie puede ser considerado un buen líder político.
La primera de ellas es la honestidad, si se quiere crear un liderazgo político se debe actuar con honestidad, hablar con la verdad, no comprometerse a realizar cosas que son imposibles de realizar.
Es común que durante las campañas electorales los líderes de los partidos políticos se comprometan en sus comunidades a construir dos Escuelas más y además reconstruir el puente que desde hace 50 años necesita reparticiones.
Pero éste líder sabe que el dinero que le dan a la alcaldía no alcanza para realizar esos trabajos, y que nunca logrará hacerlos, porque la municipalidad está endeudada y además debe pagar muchos sueldos para la gente que trabaja allí. Pero repite muchas veces que cuando sea alcalde esos trabajos se realizarán. Pero al salir electo como alcalde esos trabajos nunca se realizan.
En la honestidad también se incluye la corrupción, este es un grave problema que se conoce en todos los países sudamericanos. Desde la presidencia hasta en los mercados. Porque éste es un problema que afecta a toda la sociedad.
Pero si la gente, la sociedad, ve en sus líderes a gente corrupta, ellos sentirán que si son corruptos nadie les dirá nada, porque así son las cosas, “Si el presidente lo hace, ¿por qué no lo haré yo?” se preguntan.
De igual manera sucede en los partidos políticos, si el líder es corrupto, si no existe transparencia y cuentas claras en los Partidos Políticos, los seguidores perderán la confianza y el liderazgo se perderá, el partido se queda sin afiliados. Los planes y proyectos de ese partido se irán al canasto de la basura.
Otra de las características fundamentales del liderazgo político es el ser democrático, un líder político  no debería imponer, sino proponer y consultar a las bases antes de tomar una decisión. Es decir que se debe buscar el consenso.
Por ejemplo, si dentro de un partido político es necesario elegir a un candidato para alcalde, el líder debe proponer a alguien y quizás existan dentro de las bases del partido otras propuestas. El líder no debe ordenar que a quien él propuso sea el ganador, debe escuchar las propuestas de los demás, y tratar de convencer que su candidato es el mejor; o tal vez el candidato de las bases sea el mejor, y es el líder que se convence de eso. Entonces todos apoyarán a un mismo candidato, si se logra esto, entonces elegirán a un candidato por medio del consenso.
Por último, un buen líder político debe tener sólidos conocimientos generales, esto quiere decir que el líder debe estudiar de todos los temas importantes, economía, política, religiones, conocer su cultura y la de sus seguidores, estar bien informado de lo que sucede en su país y en países vecinos.
El líder como ya vimos, es el guía de mucha gente, si éste guía no tiene conocimientos no podrá guiar a sus partidarios hacia un buen camino. Para lograr esto, es necesario leer mucho, leer los periódicos, estar informado.
Los líderes políticos en distintos países de Latinoamérica han hecho todo lo contrario, a esto que acabamos de ver, por lo que se ha creado una crisis de liderazgo político. Es muy fácil escuchar que la gente dice “ya no hay líderes”; esta afirmación es falsa, el liderazgo existe, pero es un liderazgo político negativo, es decir, un liderazgo que no cumple con las características antes mencionadas.
Entonces, la población deja de creer, de apoyar, de votar, y se vuelve indiferente, ya no participa y permite que otros decidan por ellos, y de allí surgen los problemas que vivimos.
¿CÓMO DEBE FUNCIONAR UN BUEN LIDERAZGO POLÍTICO?
Cuando una persona tiene un verdadero liderazgo político puede conocer las causas de un problema específico, (diagnóstico), y sabe lo que utilizará para hacer planes de acción, (políticas), que después provocarán actos para alcanzar metas y objetivos que convengan a todos (práctica).
Esta serie de acciones diagnóstico-política-práctica, puede ser llamada proceso del liderazgo político, y cuando existe una persona que genera este proceso puede llamársele líder político. Cuando hay una situación de crisis social, puede surgir un verdadero liderazgo político. En una crisis el líder político logra entender el descontento y porque existe ese descontento y convertirlo en un diagnóstico de la situación. Para después decidir una solución, la cual con la ayuda de un equipo o de la sociedad entera hará realidad.
¿Cómo actuaría una persona con verdadero liderazgo político durante la catástrofe que provocó el terremoto en Ica?
1ro. Las fuerzas de la naturaleza destruyeron carreteras, puentes, hay inundaciones, y la población está incomunicada, sin alimentos, sin medicinas, miles de ciudadanos corren el peligro de morir.
Diagnóstico de la situación.
2do.    Se deben organizar brigadas de voluntarios, pedir a organizaciones internacionales que envíen helicópteros y personal especializado para rescate y donación de víveres, organizar centros de acopio para que las personas que no se vieron afectadas lleven medicina, alimentos y ropa para los damnificados, decretar estado de emergencia, ordenar a todos los ministros donar la mitad de su sueldo para comprar comida.
Creación de políticas.
3ro.     Los centros de acopio se hacen en lugares adecuados, a donde la gente lleva la ayuda que luego es distribuida equitativamente por los voluntarios, quienes utilizan las naves de la Cruz Roja y la ONU para llegar fácilmente a los poblados más lejanos. El Estado de Emergencia sirvió para que los diputados ordenen rápidamente un aumento presupuestario, y  el dinero donado por los Ministros se utilizó para dar de comer a muchos niños. Al final se salvaron muchas vidas y la reconstrucción se inicia de inmediato.
Práctica
En el ejemplo todo funcionó bien, el líder identificó cual era el problema, sus causas, sus posibles resultados, es decir, ya tiene su diagnóstico, con eso puede saber cuáles son las decisiones que debe tomar, es decir hace sus políticas de acción, sus planes, para que su equipo, o sus seguidores los hagan realidad en la práctica.
Sin embargo, la realidad es diferente, el liderazgo político ha fracasado en situaciones de crisis como la del terremoto de Ica, como la de la pobreza, la educación, la salud y no se logran traducir los sentimientos de malestar de la población. Y cuando el líder no logra.
Las diferencias entre uno y otro liderazgo se descubren al observar la manera que el líder utiliza para realizar las tres funciones esenciales del liderazgo. Lo que varía entre un autor y otro es el nombre que se le da a cada uno de ellos, pero en el fondo son lo mismo.
Las tres funciones principales de cualquier liderazgo son:
Ø  Mantener y fortalecer la unidad de la organización;
Ø  Realizar las tareas para las cuales la organización fue creada;
Ø  Desarrollar las virtudes de los miembros de la organización.
Como ya lo mencionamos, dependiendo de la forma en que se cumplan estas funciones, se puede clasificar el liderazgo en cinco categorías
Ø  Percibido.
Ø  Autoritario.
Ø  Paternalista.
Ø  Presuntuoso.
Ø  Manipulador.
Ø  Democrático.
Ø  Moral.
El realizar una clasificación de diferentes tipos de liderazgo tiene el objetivo de impulsar la autocrítica para evaluar nuestro liderazgo, y no provocar el desprecio o descalificación al liderazgo de otros, así pues, se presenta una definición de cada una de estas categorías.

LIDERAZGO PERCIBIDO
En esta nueva era, en donde los medios de comunicación masiva influyen los sentimientos de la mayoría de las personas, se “fabrican” liderazgos, dándole a los nuevos líderes mucha más influencia o incidencia de la que en realidad tienen.
La facilidad de acceso a medios masivos de comunicación, (Internet, televisión, etc.) hace llegar información alterada, (adrede en algunos casos) principalmente a los seguidores y observadores del líder, quienes se encuentran lejos del líder.
Entonces, se trata, de rasgos atribuidos y conductas atribuidas y no de rasgos reales ni de conductas reales. Los seguidores no se pondrán a pensar si es verdad o no lo que están viendo en la televisión, solamente lo creerán y punto.
Por ejemplo, si el líder de una nación sale llorando de la televisión, pidiéndole a toda la población que apoye en las nuevas leyes que aprobará, para eliminar la violencia que horas antes había cobrado otras víctimas, y esa noticia es la que repiten todos los noticieros, se terminará por creer que en verdad ese líder ama a su pueblo y que sus intenciones son buenas, aunque en realidad sea lo contrario.
Para distinguir a este tipo de liderazgo, debemos estar informados de la realidad de las cosas, y no caer en el juego de algunos medios de comunicación que publican lo que les interesa que la gente sepa, el resto no se publica.
EL LÍDER AUTORITARIO
Aspectos del Liderazgo
Líder ideal guía a sus hombres Obtiene obediencia voluntaria Inspira confianza y despierta entusiasmo. Dice “NOSOTROS “. Llega antes de la hora señalada Señala la infracción. Enseña cómo hacer. Hace que sus hombres encuentren interesante su trabajo. Dice vamos. Piensa en los hombres y en el objetivo.
Líder autoritario los arrea La obtiene imponiendo su autoridad Inspira temor o inquietud. Dice “YO” Dice “preséntese a tiempo” “Sabe” como se hace. Hace penoso el trabajo. Dice “vaya Ud.”Se preocupa sólo por el objetivo.
El líder autoritario da órdenes. Espera una obediencia inmediata, exacta y sin cuestionamiento a su autoridad. Evita el diálogo y no permite que nadie le pida una explicación acerca de sus órdenes. El ejemplo más claro del líder autoritario se encuentra en las organizaciones militares, aunque el liderazgo autoritario también es común en las relaciones gerente-operario.
Los seguidores de un líder autoritario generalmente sienten resentimiento, el cual puede ser expresado de manera abierta o indirecta. Cuando el resentimiento se manifiesta de manera abierta, eventualmente puede llevar a la rebeldía o la sublevación.
Cuando el resentimiento no se expresa, la conformidad y el aparente respeto pueden caracterizar la relación. Tal como fue común en los días de la esclavitud, el obrero dice “Sí patrón”. Sin embargo, detrás del aparente respeto, existe una resistencia pasiva que arruina el trabajo que hay que hacer en la organización.
Debido a los sentimientos de rencor y rebeldía provocados por el liderazgo autoritario, éste no es efectivo para crear la unidad del grupo. Tampoco se preocupa en desarrollar las virtudes de los miembros de la organización.
Y contrario a lo que puedan pensar los líderes autoritarios, tampoco es una manera eficaz para lograr la relación de las tareas o metas, debido a la falta de compromiso con las mismas por parte de los miembros de la organización.
EL LIDERAZGO PATERNALISTA
Cuando un líder ejerce un liderazgo paternalista, puede sinceramente desear el bienestar de los seguidores, puede tratar a los otros miembros como un padre trataría a sus hijos, o más bien, como un padre sobre protector trataría a sus hijos. Él los cuida, los protege, quita todos los obstáculos de su camino, hace cosas para ellos y les dice que no se preocupen porque él ya ha resuelto todo para ellos.
A veces puede preguntar a los miembros del grupo sus opiniones y dar una impresión externa de ser un líder democrático, pero en el análisis final es él el que finalmente toma la decisión. El líder paternalista no ayuda a los miembros del grupo a desarrollar sus propias capacidades. Probablemente no piensa que ellos tengan muchas capacidades. Más bien, él siente satisfacción al saber cuán necesario es para los otros miembros del grupo.
Este modelo de liderazgo a menudo se encuentra en las organizaciones religiosas o caritativas, así como también en muchos programas gubernamentales y en algunas organizaciones no gubernamentales. Este tipo de liderazgo se presenta cuando el líder no tiene fe en las capacidades de los seguidores y tiene miedo de no alcanzar sus objetivos.
Mientras el líder paternalista está respondiendo activamente a las necesidades de los demás miembros del grupo, puede parecer que exista la unidad en el grupo y que las tareas se lleven a cabo competentemente. Pero en realidad, el trabajo no lo hace el grupo. Todo depende del gran “padre-líder”. Por lo tanto, el liderazgo paternalista cultiva actitudes de dependencia que paralizan la iniciativa creativa y el sentido de responsabilidad personal. Como consecuencia, cuando este tipo de líder se va, el grupo tiende a desbaratarse, porque ningún otro miembro del grupo tiene la capacidad, conocimiento, experiencia o iniciativa para tomar su lugar.
Los miembros de un grupo en donde hubo un líder paternalista no les agradan los cambios que ellos deben hacer para asumir la responsabilidad por sí mismos. Si este modelo de liderazgo termina de repente, puede ser que los miembros se quejen, protesten, o hasta exijan otro líder paternalista.
Las organizaciones que se han acostumbrado al liderazgo paternalista no pueden ser transformadas de la noche a la mañana en organizaciones verdaderamente  exitosas, en las que se comparten las decisiones y las responsabilidades.
Los seguidores no tienen las capacidades o la confianza necesarias, si ha de ocurrir el cambio, el grupo necesita crear un nuevo liderazgo, en el que poco a poco se ayuda a los miembros a desarrollar sus capacidades, estimulándolos, dándoles oportunidades para asumir más responsabilidades, hasta que se pueda desarrollar un liderazgo que es verdaderamente compartido
EL LIDERAZGO PRESUNTOSO
Este tipo de liderazgo ocurre cuando existe una marcada diferencia entre los conocimientos o experiencia de un individuo y los otros miembros de la organización. Como resultado, la persona con mayor conocimiento trata de dominar al grupo en base a sus conocimientos superiores.
Este modelo de liderazgo se ve en los círculos académicos, entre los maestros, consultores y asesores técnicos, y otras personas que se ganan la vida compartiendo sus conocimientos.
En su relación con el grupo, el líder presuntuoso se aprovecha de cada oportunidad para presumir sus conocimientos, estudios, o experiencia previa; le gusta hablar de sus habilidades, muchas veces trata de disminuir la credibilidad de otros miembros del grupo al ridiculizar sus ideas y sugerencias, haciendo bromas acerca de éstos aportes.
Esta actitud de superioridad crea sentimientos de inferioridad entre los otros miembros del grupo, aunque el líder solicite las opiniones de ellos, muchas veces rechazan a dar sus ideas por temor a que tengan poco valor, comparadas con los conocimientos superiores del “experto”.
Así, se pierde la riqueza de conocimiento que el grupo pueda tener con respecto al tema, y el líder presuntuoso muchas veces se desanima, y se queja que nadie participa, ni contribuye. La falta de unión entre el líder y los otros miembros del grupo afecta tanto la unidad del grupo como la ejecución de sus tareas.
EL LIDERAZGO MANIPULADOR
El líder manipulador sólo aparenta pensar en el bienestar de los demás, para esconder sus verdaderos motivos e intereses personales.
Las personas responden a este tipo de liderazgo, son muy comunes en la política partidista. Cuando las personas se dan cuenta de que han sido manipuladas, se muestran desconfiadas ante cualquier organización que se aspire ser un nuevo liderazgo.
Después de dañar seriamente el espíritu de cooperación en un conglomerado, como resultado de confiar en las falsas promesas de un líder manipulador, es sumamente difícil recuperar la confianza de la gente.
Aunque aparentemente hay muchas diferencias entre estos cuatro tipos de liderazgo, en el fondo tienen bastante en común. Todos tratan de dominar al grupo por medio de controlar el proceso diagnóstico – política – práctica, ya sea a través de la fuerza de la autoridad, el “cariño”, el conocimiento, o el manipuleo, todos responden a una necesidad egoísta del poder.
Además, ninguno de estos modelos de liderazgo son medios eficaces para cumplir con las tres funciones principales de un líder, que se mencionaron al comienzo de este articulo.
Los cuatro modelos ignoran por completo la tarea de desarrollar las virtudes de los miembros de la organización, por medio de ayudarles a cultivar nuevas capacidades y de mejorar su práctica de aquellas que ya tienen.
El resentimiento y la rebelión bloquean los esfuerzos positivos; la dependencia paraliza las iniciativas; los sentimientos de inferioridades socavan la confianza en los conocimientos y habilidades propias; y la falta de confianza destruye la base de los esfuerzos cooperativos.
Sin una unidad de pensamiento y visión, es imposible que cualquier conglomerado trabaje junto de manera cooperativa y coordinada. El liderazgo autoritario, presuntuoso, manipulador alejan a los miembros de la sociedad de sus líderes, provocando la desunión.
Un liderazgo paternalista puede fomentar el consenso falso, o cual quizás incluya sentimientos positivos entre los miembros del grupo y el  “padre”. Pero la relación de dependencia y la relativa falta de responsabilidad de los miembros del grupo no dan a este tipo de liderazgo el efecto de una verdadera unidad entre iguales.
Cuando un líder se apodera del grupo y realiza su trabajo enmarcado en cualquiera de los tipos anteriormente mencionados, no permite que el grupo se desarrolle, no permite el intercambio de ideas y la participación colectiva en la toma de decisiones. Logrando así, que la apatía y el revanchismo se apodere de otras personas con liderazgo, lo cual a su vez genera divisionismo.
Por el contrario, cuando se estimula a los miembros del grupo a que compartan sus ideas, participen en el proceso de la toma de decisiones, tomen la iniciativa y compartan las responsabilidades, entonces las fortalezas y el entendimiento de cada miembro ayudan a eliminar las debilidades e ideas erróneas de los otros.
Si el líder se preocupa por realizar este tipo de trabajo, entonces conducirá a su grupo a obtener logros mayores de lo que se puede esperar de cualquier grupo que es dirigido por un líder.
EL LIDERAZGO DEMOCRÁTICO
Lejos de los tipos de liderazgo que hemos estudiado, está el liderazgo democrático que es nombrado por muchos autores como el tipo de liderazgo adecuado para enfrentar los nuevos tiempos en que vivimos, sin embargo, se deben analizar los pro y los contra que presenta este liderazgo ya que como todos los demás, es un liderazgo que posee debilidades que son importantes de conocer.
Dos características del liderazgo democrático son: su compromiso con el proceso de elecciones y con los procesos participativos en la toma de decisiones. El líder democrático es elegido por los miembros de la organización, lo cual muchas veces significa que él tiene la obligación de representar las ideas e intereses de sus electores.
El liderazgo democrático también estimula la participación y el libre intercambio y debate de las ideas.
Aunque todos los líderes democráticos son elegidos, una vez que asumen la posición de liderazgo, algunos adoptan características de los otros modelos prevalecientes de liderazgo y tratan de dominar los procesos de la toma de decisiones. Esto sucede, cuando un miembro del grupo es elegido “presidente”.
Otros, a pesar de su posición, tratan de ser participativos y trabajar con los demás miembros del grupo como colegas. Sin embargo, las discusiones a menudo se estancan en el debate entre facciones opositoras.
Para que la persona en la que ha recaído la responsabilidad de ser el líder no repita los errores que se cometen en otros tipos de liderazgo, debe:
1ero. Considerarse más como un coordinador del grupo que su líder, evitando usar su posición para tomar crédito para sí mismo, sino más bien, buscando oportunidades de reconocer las contribuciones de otros miembros del grupo.
2do.   Ayudar a todos los miembros del grupo a comprender las ventajas de buscar soluciones que beneficien justamente a todos, en vez de luchar por la ventaja individual.
3ro. Esperar hasta que los demás hayan dado sus opiniones antes de proponer la propia, ofreciéndole en este momento con un espíritu de humildad y como una contribución a la consulta general, no como una conclusión definitiva.
4to. Resumir periódicamente las opiniones dadas, señalando las diferentes alternativas que han surgido, o las posibilidades de consenso que van apareciendo, guiando de esta manera al grupo hasta que llegue a un acuerdo.
5to. Tratar de involucrar a todos en el trabajo que hay que hacer, dando a todos los miembros la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos, experiencias y capacidades.
Cuando el coordinador desarrollar y practica estas actitudes y destrezas, los miembros del grupo disfrutan de trabajar juntos, ya que se toman en cuenta sus ideas y se reconoce el valor de cada persona y sus contribuciones. En estos grupos se descubre que las prácticas que contribuyen hacia el desarrollo de las potencialidades de los miembros, hacia la unidad y hacia una mejor ejecución de las tareas del grupo, no son antagónicas, sino más bien, complementarias y a menudo la una refuerza a la otra.
LIDERAZGO MORAL
Las ideas que tiene la gente sobre el liderazgo son resultado de un proceso de muchos años, que comienza durante la infancia. Durante este proceso, las personas adoptan inconscientemente y sin cuestionamiento las ideas de la sociedad y ni siquiera se dan cuenta que los poseen.
Luego, nuestras ideas llegan a ser los lentes a través de los cuales percibimos e interpretamos la realidad, y pensamos que la forma en que nosotros percibimos las cosas es la realidad. En otras palabras, creemos que la realidad funciona tal como la describen nuestras ideas.
Entonces, cuando surge alguna evidencia que contradice nuestras ideas, tenemos la tendencia de no verla, o buscamos una explicación que desacredita tal evidencia como falsa o insignificante.
“El hombre es tal como piensa”, afirmó Jesús de Nazareth hace casi dos mil años. Hoy día la psicología ha demostrado la relación causal entre la forma de pensar del hombre y su comportamiento.
El primer paso en el proceso de transformar una idea consiste en darse cuenta de la existencia de dicha idea, es decir, que nosotros mismos descubramos la idea que tenemos de algo o de alguien, en otras palabras, que reconozcamos que pensamos de una u otra manera para empezar a entender y cambiar nuestra forma de pensar y de hacer las cosas.
Uno necesita identificar los supuestos, creencias, conceptos, actitudes y prejuicios que contribuyen a formar la idea de lo que es el mundo, por ejemplo. Luego, ha de cuestionar y analizar de manera crítica la validez y verdad de cada uno de estos elementos.
Todo esto es necesario para proponer cambiar la idea que tenemos de liderazgo, ya que en época de tantos cambios, y de tantas necesidades necesitamos un nuevo tipo de liderazgo, para ello, hay que eliminar todas las ideas que teníamos antes de lo que es el liderazgo, para que podamos forjar una diferente y mejor.
Proponemos algunos elementos que consideramos importantes para la creación de un nuevo liderazgo moral:
Ø  La creencia en la nobleza esencial del ser humano.
Ø  El liderazgo orientado hacia el servicio.
Ø  El propósito del liderazgo: la transformación personal y social.
Finalmente podemos afirmar que el liderazgo político involucra todas las formas de liderazgo, ello dependerá de las circunstancias, es decir cada a acontecimiento requiere una respuesta y actitud determinada y el líder debe saber cómo afrontarlo, por lo mismo los tipos de liderazgo que hemos mencionado anteriormente en cierta magnitud todas son serviciales, pero la medida de su aplicación solo lo realiza el líder, y ello depende de la capacidad que tenga la persona.

1 comentario:

  1. el liderazgo es un proceso.
    y los estilos de liderazgo son multiples.
    me interesa el articulo ok

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